domingo, 7 de febrero de 2010

El avance tecnológico que se ha producido en los últimos veinte años, ha traído como consecuencia que la forma de enseñar cambie por completo, pasando de un esquema en donde el profesor era el centro del aprendizaje, a uno en donde es el alumno quien tiene el papel principal. Lozano y Burgos (2007), en este sentido propone un nuevo modelo educativo centrado en la persona [alumno], basado en círculos concéntricos partiendo de lo individual a lo grupal. En el primer círculo se sitúa al alumno con todas sus características principales, en el segundo círculo se sitúan los profesores y se circunscriben los medios que se utilizan para facilitar el aprendizaje. En el tercer círculo se coloca el contenido temático, es decir, el área de conocimiento o disciplina. En el cuarto círculo se propone incluir el contexto institucional, que vienen a ser las características de la institución donde se aplica el modelo educativo. Como quinto círculo se tiene el contexto sociodemográfico que rodea a la institución, y en el último que es el sexto círculo se tiene el marco filosófico de la educación.
Circulos
Figura 1. Modelo educativo centrado en el estudiante.
Aunque el modelo parezca muy bueno y fácil de entender, en la práctica como establece Felder y Brent (1996), muchos docentes se muestran reacios a adoptarlo, algunos argumentos son:
1. Existe un desperdicio de tiempo en ejercicios de aprendizaje activo, por lo tanto no se avanza adecuadamente en el programa.
2. Si no se imparte la clase, se puede perder el control del grupo.
3. Al asignar lecturas, se corre el riesgo de que no lo hagan o no entiendan lo que lean los alumnos.
4. Muchas veces los alumnos no logran asimilar la información, porque piensan en términos de respuestas correctas.
5. El aprendizaje activo suele ser mas demandante y muchos alumnos no están dispuestos a esforzarse más.
6. La mayoría de los alumnos no quiere y no sabe trabajar en equipo.
7. Cuando se da el trabajo en equipo, suele suceder que muchos no trabajan y se esconden en el trabajo de los otros integrantes.
La adopción de innovaciones tecnológicas implica un proceso que no siempre resulta fácil ni rápido, Alanís (1991), establece cinco pasos o etapas en este proceso:
1. Descubrimiento de la innovación.
2. Persuación personal
3. Decisión para adoptarla
4. Implementación
5. Adopción
En esta medida se reconocen cinco tipos de usuarios, que son: Los Pioneros, siendo los primeros en adoptar la innovación, Innovadores tempranos, que una vez que analizan la innovación, la utilizan, la mayoría temprana, que es la mitad el grueso de usuarios que se animan a adoptarla, mayoría tardía, los cuales son la otra parte que despues de que han visto que funciona en general la adoptan y los rezagados, que normalmente son forzados a doptar la innovación.
Si a toda esta tecnología innovadora que se va creando y adoptando día con día, no le encontramos un sentido útil hacia la construcción de una nueva y mejor sociedad, no valdrá la pena haber inventado algo, pues se corre el riesgo que por el contrario, sea en términos de funcionamiento y tecnología innovador, pero quizás sea perjudicial para la sociedad o para el entorno. En este sentido el uso de tecnologías aplicadas a la sociedad en general para construir un mejor entorno, habrá de dar paso a lo que se conoce como sociedad del conocimiento, como lo establecen la OCDE (2002) y Carrillo (1999).
Con la creciente competitividad que se da en un mundo globalizado, Sveiby (2000), establece que el conocimiento es el activo más valioso en las organizaciones, pero la única forma de fomentar ese conocimiento es a través de la educación como lo manifiesta la Unión Europea, que reconoce la trascendencia de la educación para contribuir a la sociedad basada en el conocimiento (UE, 2003). Aquí es donde intervienen las teorías del aprendizaje como son la andragógica y la constructivista.
La teoría andragógica es también conocida como aprendizaje adulto, según Knowles (2001), la andragogía ayuda a los individuos a aprender a autodirigirse. En este esquema Lozano y Burgos (2007) establecen que el profesor arma el ambiente de aprendizaje con la finalidad de que las actividades permitan la comprensión del contenido educativo. La teoría constructivista considera el carácter socializador de la educación y su función en el desarrollo individual del estudiante, de tal manera que enfatiza la participación activa del aprendiz para comprender y dar sentido a la información.
La educación virtual encuentra en estas dos teorías una forma de desarrollarse, dándole al estudiante las competencias necesarias para una formación sólida e integral. El mayor reto de esta educación es diseñar estrategias que permitan construir y descubrir el conocimiento (Lozano y Burgos, 2007).
A modo de resumen solmanete quiero comentar que las tres lecturas han sido de verdad muy interesantes, en el sentido de que abordan temas muy importantes hoy en dia para lograr un aprendizaje significativo en los alumnos. Primeramente hemos visto como se introducen las nuevas tecnologías a manera de innovaciones, con todo lo que implica el adoptarlas y adaptarlas a las instituciones y organizaciones en una óptica de Alanís (2010). Posteriormente conocimos el modelo educativo centrado en la persona que plantean Lozano y Burgos (2007), lo que significa, el esquema de círculos concéntricos para entender este modelo desde lo individual a lo colectivo, y por último de estos mismos autores hemos conocido lo que es una sociedad del conocimiento, que teorías apoyan este concepto, y sobre todo como podemos lograrlo a partir de la educación, sobre todo, de la educación a distancia.
Referencias:
Alaniz, M. (1991).  Controlling the Introduction of Strategic Information Technologies en Management Impacts of Information Technology: Perspectives on Organizational Change and Growth. E. Szewczak, C. Snodgrass, y M. Khosrowpour, editores, 421-437: Idea Group Publishing. Harrisburg, Pennsylvania.
Alanís González, M. (2010). Gestión de la introducción de la innovación tecnológica en educación. En Burgos Aguilar, V. & A. Lozano Rodríguez (Comp.). Tecnología educativa y redes de aprendizaje de colaboración. Distrito Federal, México: Trillas.
Carrillo, F. J. (1999). The Knowledge Management Movement: Current Drives and Future Scenarios. Consultado en marzo 2006: http://www.sistemasdeconocimiento.org/p_csc3.html en Producción Intelectual.
Felder, R. y Brent, R. (1996). Navigation the Bumpy Road to Student CEntered. Instruction Collage Teaching. 44: 43-47.
Knowles, Malcolm. (1980). The Modern Practice of Adult Education. Englewood Cliffs: Prentice Hall/Cambridge.
Lozano, A. y Burgos, A. J. V. (2007) Tecnología educativa en un modelo de educación a distancia centrado en la persona: Ed. Limusa. México, df.
OCDE (2002). Innovación en la economía del conocimiento: Implicaciones para la educación y los sistemas de aprendizaje. OCDE. Paris.
Sveiby, K. (2000). El valor del conocimiento. Consultado en agosto 2005: http://www.intermanagers.com
Unión Europea (2003). El papel de las universidades en la Europa del conocimiento. Consultada septiembre de 2005: http://europa.eu.int/scadplus/leg/es/cha/c11067.htm
 


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